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[ Darse a los demás ]

Por motivo de la actividad que realizamos, a menudo resaltamos la importancia de la profesionalización en la actividad que realizamos nosotros, o la que buscamos que lleven a cabo nuestros clientes. Pese a que operamos en un ecosistema ciertamente cargado en valores, resulta fundamental que nuestro desempeño no sea amateur, ni en nuestros ratos libres —si los tenemos—, ni cediendo excesivas responsabilidades en trabajo voluntario. En definitiva, hemos recordado una vez tras otra que, si queremos outputs profesionales, debemos aportar inputs profesionales. Esperar grandes resultados con una «inversión» aficionada sería ingenuo por parte de cualquiera.

Sin embargo, consideramos que la época del año en la que nos encontramos es una gran ocasión para destacar la importancia que también tiene el trabajo verdaderamente desinteresado. Nótese que desinteresado, o sin ánimo de lucro en este caso, no tiene por qué significar que éste sea de baja calidad. De hecho, en muchas ocasiones, las tareas que llevamos a cabo sólo por amor son las que dan frutos más bellos. Así lo hace una madre que cocina para su familia, o un padre que cuenta un cuento a sus hijos…

Y es que hoy, 28 de marzo, finaliza la Cuaresma, tiempo de preparación para la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Hoy, Jueves Santo, Jesús de Nazaret y sus discípulos se reunieron para celebrar la Pascua; la Última Cena en la que el Señor instauró la Eucaristía y el Sacerdocio. A partir de este momento, tal y como narran los evangelios, se sucedieron sin pausa los pasajes de la Pasión, la Muerte en la Cruz de Jesucristo, su sepultura y su posterior Resurrección.

Nos hallamos, por tanto, ante el acto de entrega y generosidad último que toma por forma la Cruz de Cristo; acto de redención y de liberación del hombre. Jesús pagó nuestra libertad con el precio de su sangre y mereció con su sacrificio nuestra salvación para incorporarnos al Reino de los Cielos.

Por nuestra parte, además de una mirada en clave espiritual del misterio de la Redención, podemos también practicar pequeños o grandes gestos de entrega, servicio, generosidad y caridad hacia los demás. Actos desinteresados de amor en los que dediquemos nuestro tiempo, dinero, conocimiento o habilidades en ayudar a otros.

Desde Fortius Consulting animamos a todos a buscar la manera de tener un impacto real y personal —dimensión a veces olvidada en el fragor de la batalla de las ideas y la cultura—, a la vez que sugerimos unos días de recogimiento y reflexión para meditar lo que conmemoramos.