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[ La Revolución del Impacto ]

«La medición de impacto es la clave para lograr un impacto positivo a través de la empresa, pero también es la clave para desbloquear todo el potencial de la filantropía».

El aumento de los problemas sociales y ecológicos, así como la creciente relevancia de la sostenibilidad, presentan enormes desafíos para el actual sistema económico y las organizaciones del tercer sector. En su libro Impact: Reshaping Capitalism to Drive Real Change (Ebury Press, 2020), Sir Ronald Cohen estudia y analiza los principales problemas que surgen debido a la desigualdad social y a los retos medioambientales, y propone un nuevo sistema alternativo al capitalismo que busca solventar todas estas cuestiones.

Este sistema coloca el impacto como el principal motor de inversión y propone, al igual que el riesgo se introdujo en la valoración de inversión hace medio siglo, que también se introduzca el impacto como un elemento esencial de la inversión, conformando una triple hélice rentabilidad, riesgo e impacto. Para poder introducir este elemento y configurar una nueva modalidad de inversión de impacto, Sir Ronald Cohen expresa la necesidad de formalizar no solo las herramientas de inversión necesarias sino sobre todo una metodología que permita medir el impacto para dar cuenta del valor de la inversión.

Así pues, este libro define los bonos de inversión social (SIB) y los bonos de inversión de desarrollo (DIB) como unos de los principales mecanismos de la inversión de impacto. El primero de ellos permite a los emprendedores generar impacto social a través de la inversión privada. Los SIB no funcionan como un bono al uso, sino que conectan a tres actores principales: un pagador en función de resultados, un proveedor de servicios sociales (generalmente una organización de la sociedad civil, aunque puede ser también una empresa privada) y los inversores iniciales. Esta relación de intercambio reduce el riesgo del inversor y permite transformar las iniciativas sociales de meras donaciones en un negocio lucrativo que a su vez genere impacto.

«SIBs y DIBs son herramientas poderosas porque reenfocan los desafíos sociales y ambientales como oportunidades de inversión. Los SIBs y DIBs son la expresión más pura de riesgo-retorno-impacto en acción. Además, nos hacen comprender que el impacto puede medirse y compararse entre empresas, transformando todas las decisiones relacionadas con ellas».

Para que esto sea efectivo, es necesario cambiar el enfoque de las herramientas de evaluación de las inversiones filantrópicas de las actividades a corto plazo a los resultados indirectos a largo plazo («outcomes»). Por lo tanto, la medición del impacto adquiere un papel esencial en esta transformación, y se hace evidente la necesidad de formalizar las «cuentas ponderadas por impacto» que conformarán una herramienta de medición única y transversal aplicable a los negocios e inversiones.

Una vez que este cambio se haya iniciado, como ya se está observando en el panorama actual, la importancia del impacto y la sostenibilidad afectará a todas las compañías y negocios, hasta el punto de que aquellos que no posean instrumentos de medición de impacto correrán el riesgo de perder clientes, inversores e incluso empleados.

Sin embargo, la medición del impacto transformará especialmente a las organizaciones de la sociedad civil y su obtención de financiación. Cohen argumenta que, sin la medición del impacto, sin conocer el resultado directo de tus acciones y de tu dinero, es altamente complicado obtener fondos que permitan financiar las organizaciones a largo plazo. Por lo tanto, actualmente las organizaciones se financian con pequeñas donaciones y subvenciones, lo que les impide tomar riesgos para generar verdaderas soluciones. Si se formaliza la medición del impacto, las organizaciones podrán emplear los fondos con mayor efectividad, atraer inversión del sector privado a través de los SIBs y los DIBs y tomar los riesgos necesarios para generar verdaderos mecanismos innovadores que solucionen los retos de la actualidad.

En conclusión, el futuro es la inversión de impacto, que necesita de la medición de impacto y es protagonizada por nuevas formas de inversión como los SIBs y DIBs, que transformarán la sociedad y darán solución a los principales desafíos actuales.